Introducción sobre el ayuno:
El ayuno fue una práctica común en la religiosidad judía. Era una expresión de humillación, de pesar por el pecado (Nehemías 9:1) o bien por lamentación de un mal por el que se está pasando (2 Samuel 12:16) Jesús nos dice que hay una manera correcta y una incorrecta de ayunar.
I. LA MANERA INCORRECTA DE AYUNAR (V.16)
a. El ayuno, al igual que la ofrenda y la oración no debe de practicarse para impresionar a otros.
b. Los fariseos ayunaban dos veces por semana (Lucas 18:12)
c. Los hipócritas asumían un aspecto de tristeza en sus rostros. Buscaban los días de mercado, los martes y jueves ¡estaban haciendo teatro!
II. LA MANERA CORRECTA DE AYUNAR (VS. 17-18)
a. El ayuno es una disciplina espiritual que todo creyente debiera practicar.
b. El ayuno debe practicarse en secreto, en soledad y evitar demostración de piedad. La mano izquierda no debe de saber lo que hace la derecha.
c. Lo que importa no es la opinión de las personas sino la de Dios.
d. La limosna, la oración y el ayuno, considerados como expresiones máximas de justicia debe ser practicados no de una manera externa sino en una dimensión interna.
Conclusión sobre el ayuno
El ayuno nos enseña a despojarnos de aquellas cosas que nos atan y nos impiden tener una relación más directa con Dios.